…..Y estoy sentado a
la intemperie
pensando en flores
púrpuras
junto a una verja
mientras todos los
demás
apilan oro
Y Cadillacs y
novias….
A este documental se puede llegar de muchas maneras teniendo
en cuenta el conocimiento que se tenga del protagonista, el escritor
norteamericano Charles Bukowski. Yo llego a él bastante empapado de lo que ha
escrito, de cómo es y de cómo se comporta el escritor más irreverente y más
gamberro que ha dado las letras norteamericanas.
Y a pesar de ello este documental era necesario que lo viera, porque ha añadido a la idea que tenía de él un matiz que me ha resultado sorprendente y que a la vez lo ha hecho para mí todavía más admirable, y es que en el film Charles Bukowski se muestra vulnerable. Es vulnerable.
A tenor del título de algunas de sus novelas: Escritos de un viejo indecente; Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones;, La máquina de follar; Se busca mujer, que no engañan nada sobre su temática; atendiendo a esa memorable grabación en el programa francés de literatura “Apostrophes” (https://www.youtube.com/watch?v=r_FmMqMu_9k) en el que borracho perdido se levanta en plena grabación en directo y se pira entre las risas y la complacencia de críticos y presentador que no parecen darse cuenta de que la huida se debe al aburrimiento que ellos le procuran con su cháchara pedantesca y tópica, lo que no les deja en buen lugar; atendiendo a las trifulcas que tuvo con las mujeres que pasaron con su vida; atendiendo al sin fin de trabajos con los que pretendió sobrevivir y atendiendo a su afición por el alcohol no parece que la figura de Bukowski cuadre mucho con la de un hombre frágil y sensible.
Pues en el documental eso queda reflejado. El momento culminante es el enfrentamiento con su última esposa, a la que acusa de manipularlo, engañarlo y una y otra vez de no respetarlo.
Y seguramente ese era el objetivo del documental, muy conseguido, hablarnos del hombre que había detrás de sus novelas, no en vano estas quedan en un segundo plano frente a su producción poética que nunca tuvo el éxito de su prosa. De hecho empezó a triunfar cuando sus novelas salieron a la luz. Hasta ese momento era un poeta que vivía en precario, en un mundo en el que no cuadraba y con un futuro de soledad y alcohol más que cierto.
Su grito de rebeldía, su pasión creativa, su incontestable decencia moral que nacía de su estupefacción por el mundo que le rodeaba que no había querido volcar en su poesía, lo volcó en su prosa y se convirtió en portavoz de toda una generación que lo admiraba por decir lo que todos callaban. Una vez más estupefacto. Sólo quería escribir poesía, entender el mundo, a los amigos, a las mujeres, esos adorables seres a los que folló lo que pudo pero que nunca pudo entender ni doblegar, y se veía convertido en portavoz de una generación, de una época. A su pesar.
El título del documental que hace referencia a uno de sus poemas: Born into This, que viene a ser, traducido con cierta libertad, nacido en medio de esto, aparecido en todo este follón, llegado a este lío, es muy gráfico.
Toda su vida intentando explicarse con sus poesías qué hacía aquí, sin que nadie le hiciera caso y cuando se pone a escribir prosa contando lo que le pasa mientras busca una explicación es cuando se le empieza a leer. Una ironía del destino que le hizo rico, famoso y una vez más le daba motivos para preguntarse ¿Qué hago aquí?
Ese desconcierto, esa inadaptabilidad, esa intemperancia que siempre manifestó no era si no el rechazo a la vacuidad, a la hipocresía de una existencia inexplicable que todos parecían, parecen, vivir con absoluta naturalidad.
Vivió y murió dando espectáculo mientras en su interior se preguntaba ¿Qué hago aquí?
Lo escribió pero su intención estaba en otra parte.
Charles Bukowski escribió poesía buscando lo más profundo y nadie le oyó. Después escribió prosa contando cómo era eso de vivir buscando lo más profundo y todo el mundo lo leyó. Moraleja: No entres en profundidades, cuenta por encima, abrevia, si no, te quedas solo.
Para apreciar toda la humanidad y honestidad moral que Charles Bukowski derrochaba el documental se basta y se sobra. Si se le lee, pues mejor.
Y a pesar de ello este documental era necesario que lo viera, porque ha añadido a la idea que tenía de él un matiz que me ha resultado sorprendente y que a la vez lo ha hecho para mí todavía más admirable, y es que en el film Charles Bukowski se muestra vulnerable. Es vulnerable.
A tenor del título de algunas de sus novelas: Escritos de un viejo indecente; Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones;, La máquina de follar; Se busca mujer, que no engañan nada sobre su temática; atendiendo a esa memorable grabación en el programa francés de literatura “Apostrophes” (https://www.youtube.com/watch?v=r_FmMqMu_9k) en el que borracho perdido se levanta en plena grabación en directo y se pira entre las risas y la complacencia de críticos y presentador que no parecen darse cuenta de que la huida se debe al aburrimiento que ellos le procuran con su cháchara pedantesca y tópica, lo que no les deja en buen lugar; atendiendo a las trifulcas que tuvo con las mujeres que pasaron con su vida; atendiendo al sin fin de trabajos con los que pretendió sobrevivir y atendiendo a su afición por el alcohol no parece que la figura de Bukowski cuadre mucho con la de un hombre frágil y sensible.
Pues en el documental eso queda reflejado. El momento culminante es el enfrentamiento con su última esposa, a la que acusa de manipularlo, engañarlo y una y otra vez de no respetarlo.
Y seguramente ese era el objetivo del documental, muy conseguido, hablarnos del hombre que había detrás de sus novelas, no en vano estas quedan en un segundo plano frente a su producción poética que nunca tuvo el éxito de su prosa. De hecho empezó a triunfar cuando sus novelas salieron a la luz. Hasta ese momento era un poeta que vivía en precario, en un mundo en el que no cuadraba y con un futuro de soledad y alcohol más que cierto.
Su grito de rebeldía, su pasión creativa, su incontestable decencia moral que nacía de su estupefacción por el mundo que le rodeaba que no había querido volcar en su poesía, lo volcó en su prosa y se convirtió en portavoz de toda una generación que lo admiraba por decir lo que todos callaban. Una vez más estupefacto. Sólo quería escribir poesía, entender el mundo, a los amigos, a las mujeres, esos adorables seres a los que folló lo que pudo pero que nunca pudo entender ni doblegar, y se veía convertido en portavoz de una generación, de una época. A su pesar.
El título del documental que hace referencia a uno de sus poemas: Born into This, que viene a ser, traducido con cierta libertad, nacido en medio de esto, aparecido en todo este follón, llegado a este lío, es muy gráfico.
Toda su vida intentando explicarse con sus poesías qué hacía aquí, sin que nadie le hiciera caso y cuando se pone a escribir prosa contando lo que le pasa mientras busca una explicación es cuando se le empieza a leer. Una ironía del destino que le hizo rico, famoso y una vez más le daba motivos para preguntarse ¿Qué hago aquí?
Ese desconcierto, esa inadaptabilidad, esa intemperancia que siempre manifestó no era si no el rechazo a la vacuidad, a la hipocresía de una existencia inexplicable que todos parecían, parecen, vivir con absoluta naturalidad.
Vivió y murió dando espectáculo mientras en su interior se preguntaba ¿Qué hago aquí?
Lo escribió pero su intención estaba en otra parte.
Charles Bukowski escribió poesía buscando lo más profundo y nadie le oyó. Después escribió prosa contando cómo era eso de vivir buscando lo más profundo y todo el mundo lo leyó. Moraleja: No entres en profundidades, cuenta por encima, abrevia, si no, te quedas solo.
Para apreciar toda la humanidad y honestidad moral que Charles Bukowski derrochaba el documental se basta y se sobra. Si se le lee, pues mejor.
..después de comer
vamos a dormir, vamos
a dormir,
no podemos ganar
dinero despiertos…
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