Si alguien entra
en contacto por primera vez con la música de Bob Dylan a través de este disco
es como si viese a Messi por primera vez y estuviese dándole patadas a la
pelota con el fin de que no se le cayese al suelo.
No tengo gran cosa que añadir sobre este disco
que no dijese del anterior, “Shadows in the night”. No sé muy bien que pretende
Dylan con estos dos discos, si hacer caja, descansar o irse despidiendo poco a
poco. A menos que se le haya metido entre ceja y ceja desplazar a Frank Sinatra
como el mejor “crooner” de todos los tiempos. Que todo podría ser. Los genios
son como son, y lo de genio a Bob Dylan, nadie, en su sana afición por la
música, se lo puede negar. No creo que lo consiga. Pero bueno, si es su capricho,
y agotadas las maravillas a que nos acostumbró ahora se relaja grabando estos
discos, adelante. Siempre ha hecho lo que le ha dado la gana. Con tal de que no
vuelva a Dios, o Ala, o vaya usted a saber….mejor seguir la senda de Frank
Sinatra.
Están las canciones
cantadas con la solvencia propia de un hombre que lleva muchos años recitando
con su voz quejumbrosa, cascada, quebrada por estos mundos de Dios. Pero nada
más. Son aburridas, planas. Sin la brillantez que Dinah Washington, Sarah Vaughan o el mismo Frank Sinatra, por
ejemplo, les transmitían. Vamos que no tenía que cobrar por escucharlas. Igual
no las cantaba, entonces.
Estos dos discos
se podrían clasificar como dos discos que están entre sus discos malos y sus
discos menores.
Si tienes unos eurillos
y no quieres piratear, que de todo hay en la senda del Señor, cómprate uno de
estos tres mágicos discos, ya lo dije en la crítica del anterior y nunca me
cansaré de repetirlo porque llevo años escuchándolos y nunca me canso:
“Highway 61 revisited”(1965)
“Blonde on blonde” (1966)
”Blood on the tracks” (1975)
Fíjate si son buenos que escuchas a Francesco De Gregori versionar
algunas de estas canciones y suena mejor que los dos últimos discos
mencionados.
Igual es que tengo que olvidarme de lo que hizo y contemplar estos
discos como si fuesen de otra persona.
Por ahora no puedo.
Has estado con
catedráticos
y a todos ellos les gustaban tus ideas,
con grandes abogados has
discutido sobre leprosos y criminales,
te has empollado todos
los libros de F. Scott Fitzgerald,
eres un muy buen lector,
es cosa sabida.
Pero algo está ocurriendo aquí,
y sabes lo que es,
¿no es así, Mr. Dylan?
y a todos ellos les gustaban tus ideas,
con grandes abogados has
discutido sobre leprosos y criminales,
te has empollado todos
los libros de F. Scott Fitzgerald,
eres un muy buen lector,
es cosa sabida.
Pero algo está ocurriendo aquí,
y sabes lo que es,
¿no es así, Mr. Dylan?
Pues eso.
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