He tenido que ver la película
dos veces.
Cuando salí de la primera visión
todo lo que podía decir es: Me ha parecido interesante pero es que me he
perdido intentando elucidar que querían decir los personajes con tanto concepto
nuevo del mundo financiero y me ha pasado que me quedaba liado con alguno de
estos conceptos y cuando volvía a la película ya habían pasado unos minutos.
Pero repito, no sabría qué decir.
Tenía en la cabeza escenas
disparatadas y un ritmo enloquecido.
Total que tenía que volver a
verla con los conceptos más o menos claros, para no perderme la historia. Creo
que hasta salía una actriz de striptease. No podía ser.
Empecé por los conceptos. Bonos
hipotecarios. Seguro de impago de deuda. Vender al descubierto. Activos
intangibles. Banco de segundo piso. Contrato forward. Estanflación. Mercado
cautivo. Créditos subprime.
Alto, un momento. Esto parece un
mundo de ciencia ficción.
Claro. Eso era. A ver, ¿Qué
sabes tú, me decía, de naves espaciales? ¿De qué clase de combustible se
alimentan? Tú las ves que se elevan y te lo crees. ¿O qué sabes tú de esas
armas sofisticadas que disparan mil balas por minuto o que irradian un producto
que paraliza a la victima? ¿O que sabes tú de la jerga que usan los abogados
pimpantes que se enfrentan a las grandes multinacionales que venden tabaco envenenado,
que vierten veneno a los ríos? Nada, no sabes nada. Te lo crees y en paz.
Respiré.
Y me dispuse a ver la peli por
segunda vez como si fuese una de extraterrestres.
Y funcionó. Me divertí de lo
lindo.
El primer acierto es el
planteamiento de una película llena de descacharrantes personajes. En
descacharrantes situaciones. Un friki que maneja miles de millones de dólares
como un niño piezas de Lego. Un egocéntrico financiero que va arrasando por
donde pasa, seguido de una troupe de adolescentes con ganas de hacer
gamberradas. Una pareja de inversores que acuden a un profesor de vuelta de
todo. Y en medio de la historia, gente de la calle dando explicaciones de lo
que está pasando. Perros que son titulares de una hipoteca y así.
Salían nombres familiares que yo
recordaba de tragedias como Lehman Brothers de donde deduje que el guionista lo
había cogido de la realidad para darle credibilidad, porque, claro está, de
ninguna de las maneras lo que esta disparatada película reflejaba podía llegar
a pasar de verdad. Eso no podía ser.
Y no era una actriz, era una
bailarina de striptease que decía que había comprado varias propiedades sin dar
entrada alguna. Absoluta ciencia ficción.
Enhorabuena a los guionistas por
haber sido capaces de imaginar un mundo tan disparatado y mis felicitaciones al
director que lo hace tan creíble.
Los actores impresionantes en la
recreación de estos alocados personajes que gracias a Dios nunca serán los
responsables de administrar nuestras finanzas que gracias a nuestro sistema bancario
están en manos de personas serias y responsables.
Pero está muy bien que se hagan
películas así para saber de lo que nos estamos librando y lo que nos podía
pasar si las leyes que tenemos no sirvieran para nada y personajes así camparan
a sus anchas.
Resumiendo, una película de
fantasía, próxima a aquella de Tim Burton en la que unos extraterrestres
crueles y cachondos invaden la Tierra…esta es igual pero invadiendo el mundo
financiero. Y los extraterrestres con pinta de hippies del 68.
La música muy apropiada.
Se me olvidaba. Nuestro ministro de Economía hubiera estado muy bien en esta peli, por lo de Lehman Brothers. Y no digamos el de Interior. ¿Y el de Educación? ¿Y el de Hacienda? ¡Y anda, el Presidente del Gobierno!¡Y Bárcenas!¡Y Jaume Matas!¡Y Urdangarín! Pero si hay material para un nuevo Torrente. "Torrente, la Gran Transición" Felipe González haciendo un cameo. Lo veo.
ResponderEliminarpor delante, felicitarte por tu blog. es muy bueno. lo seguire. me ha parecido entrever cierta ironia en tu critica. en mi opinion no es ciencia ficcion es mas bien novela historica porque todo los tecnicismos sobre la industria financiera son ciertos. otras pelis sobre lo mismo y que recomiendo: margin call, billions (serie).
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