Tengo que comenzar por decir que
soy, como se dice ahora y sin ironía, como hacen algunos, muy fan de Torrente.
Desde la primera película. Más del personaje que de sus aventuras.
Ese individuo creado por
Santiago Segura quedará grabado, mal que le pese a muchos, para siempre en la
historia del cine español. No quedará en la historia del cine internacional y
no porque no lo merezca, comparen con Mr. Hulot, Charlot o Cantinflas, si no
porque no hemos confiado bastante en nosotros. Sí, en nosotros, digo. Porque
Torrente es patrimonio nacional por mucho que algunos quieran esquivarlo y
hacerse los suecos.
Este hombre, ruin, racista, machista,
sucio, tramposo, traicionero, chulo, fantasma, ladrón, egoísta, cochambroso,
que no se lava los calzoncillos sucios o se hace pildorillas, que prefiere ser
cabeza de ratón antes que cola de león….es nuestro destilado.
Como un nuevo Jesucristo ha
cargado con todas nuestras miserias y por nosotros se sacrifica. Si las
pantallas fueran la cruz, no costaría nada imaginar a Torrente mirando al cielo
y diciendo aquello de: ¡Perdónalos padre, Toni Leblanc guiñando un ojo, porque
no saben lo que ven!
Nadie se atreverá a negar que la
mejor manera de quitarse de encima un defecto, un vicio, una debilidad, es
empezar por reconocerla, por admitirla. Pues Santiago Segura como un Dios
guasón, genial y un poco cabroncete nos lo ha puesto no en bandeja si no en
pantalla.
Si no fuera así de que iba a pasar
eso de que todo el que es invitado a participar en la saga lo haga
encantado….porque todos quieren participar en algo que ya comienza a ser una
comunión nacional, una catarsis golfa, gamberra pero no por eso menos verdadera
de eso que somos cuando somos despreciables y egoístas.
No me cuesta nada imaginar un
Torrente 25 con Santiago Segura ochentón, es más, se me hace la boca agua.
Y he de confesar que he escrito hasta
aquí antes de verla pero que ahora que la he visto sólo se me ocurre añadir lo
siguiente: Es la más floja de sus aventuras y que me hubiera gustado estar
presente cuando le hicieron el artículo a
Alec Baldwin para contratarlo. De verdad. Sobre todo si era Santiago
Segura el encargado de convencerlo. Me lo estoy imaginando….Ja, Ja, Ja, Ja, Ja.
¿Y cuando Alec Baldwin se fue
para casa con los cuatro anteriores Torrentes para verlos antes de dar el sí
definitivo?……Ja, Ja, Ja, Ja.
Este Torrente 5, como mojón en
la carretera de la infamia que nos corroe, se ha quedado atrás ya desde su
estreno. Aunque quedan reflejados hechos recientemente acaecidos y vergonzosos
y están en la cárcel alguno de los sinvergüenzas, no ha podido ser que esté
dentro de la historia el sainete del virus del Ébola y la banda de los
atracadores de Cajas de Ahorros más conocida como la banda de los Blakc Card…..así de rauda
y veloz es la corrupción en España.
Una cosa les digo a los
telespectadores que vayan a verla, no se pongan moralistas y exquisitos,
déjense llevar por sus bajos instintos o por el niño gamberrete que llevan
dentro. Torrente somos todos.
Y a Santiago Segura dos cosas:
Que no cese y que mire si a la próxima lograr convencer a algún personaje
“importante” de participar en ella. Yo le voy a dar algunos nombres, hay muchos
más, que por su carácter y por su inclinación a la exhibición y la desvergüenza
podían ser excelentes candidatos: José María Aznar en el papel de
chulo-piscinas o político plano y ramplón. Esperanza Aguirre, como “madrina” de
un grupo mafioso o vendedora de cerillas y demás complementos en cines y
descampados. Alberto Ruiz Gallardón, como pagafantas y chico de los recados.
Para tontos hay varios candidatos: Floriano, Alonso, Zapatero. Y luego con la
caterva de alcaldes machistas y dicharacheros podía montar una tuna que fuera a
cantarle una serenata a Ana Botella. Luego si quiere actores para encarnar a
delincuentes, atracadores, ladrones y vagos…….la lista es interminable. Por no
hablar de que si quiere sindicalistas tramposos y enanos traicioneros también
hay de sobra. Eso y lo que vaya saliendo. Como se puede ver las dificultades
del casting van a ser mínimas. Eso sí, cuando se les convoque al casting mejor
dejar la cartera en casa.
Y ahora cinematográficamente
hablando: El personaje es fantástico pero no hay que confiarlo todo a él. El
guión y unos buenos secundarios también cuentan. Dicho esto último en plan amiguete.
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