Ya sé, ya sabemos todos, que el cine es un
negocio, una industria, de la que hay que sacar beneficios y que hay que sacar
al mercado con la mayor publicidad posible y con una red de distribución casi
imprescindible. Pero digo yo, en esto del negocio, del mercado ¿no es una cosa
importante, a tener muy en cuenta, la
calidad del producto y más teniendo en cuenta que en el caso del cine, este
también es arte y cultura? Sobre todo y antes que nada debería ser arte y
cultura. Uno asiste a la campaña publicitaria de “Superlópez” y se queda
patidifuso cuando va a ver el producto. O llega hasta los Goya, “Campeones”,
que está muy bien y que tiene una intención muy loable. Y no digamos los
bodrios americanos que nos tragamos.
Y así sucede que uno ve este film, casi de
chiripa, yo no lo he visto en los cines comerciales, y se hace cruces de cómo
está la distribución en España.
¿Cómo una película como ésta puede estar
pasando sin pena ni gloria por nuestro cine?
Sólo puedo mantenerme un poco extrañado ante
el título. Una niña abandonada por su madre con ocho años no se queda delante
de la ventana mirando la calle como se suele hacer un domingo. En esas tardes
de domingo que odiaba Juliette Grecó, si uno es un niño, está jugando en la
calle o viendo la tele y si uno es adulto, uno está nostálgico, aburrido,
deprimido, desesperanzado pero no se
siente traicionado, abandonado y desde luego nada enfermo. Al menos es mi
sensación.
Pero dejando del lado el poco acertado
título, la película de Salazar es una señora película con todo casi perfecto.
El decorado; el ritmo de narración, un pelín lento, por eso lo del casi; la minimalista
banda sonora; las interpretaciones muy equilibradas de Bárbara Lennie y Susi
Sánchez y sobre todo la magnífica historia llevada sin estridencias ni excesos,
muy natural y conmovedora con escenas de impacto, de una estética casi gótica.
Una película sobre abandonos, traiciones,
búsqueda de la libertad y rendición sin un pelo de revanchismo ni de
didactismo. En fin, una gran película del cine español, otra, que como no lo
remedie una mención a los Oscar o cualquier otro premio extranjero acabará
reponiéndose en La 2 dentro de unos años y eso que es de Netflix.
De esta película se puede decir… que la
distribución del cine español está a lo que está… money, money de la peor
manera posible…
Una pena.
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