Es difícil que yo pase por delante de una
librería y viendo en el escaparate un nuevo libro de Fernando Pessoa no entre a
ojearlo y todavía más difícil que no me lo compre a poco que me deje, y esto es
lo que ha pasado con este libro editado por Páginas de Espuma.
Yo ya sabía que salvo rarísimo hallazgo del
que me habría enterado rápidamente, pues las páginas culturales de los diarios
nacionales, a las que soy asiduo, enseguida se habrían hecho eco, no había nada
nuevo bajo el Sol de Pessoa pero aún así lo compré. Por si había algún cuento
que desconociese.
No había ninguno entre otras razones porque
en este libro, cuentos hay muy pocos.
Contra este afán de exprimir la obra de un
autor más de uno debería subir un poco el nivel de exigencia a la hora de
publicar cosas y estar más por honrar el nombre del ausente que el de sacarle
provecho crematístico y si no se quiere subir el nivel por lo menos no
confundir al personal. Si hay algún lector que entre por primera vez en el mundo
inacabable de Pessoa con este libro va a
ser no ya muy difícil sino imposible que tenga la más repajolera idea de lo que
supone para la literatura del siglo XX y de todos los siglos la obra de este
portugués genial. Y lo más normal es que se olvide de él y piense que vaya
cuentista más raro y qué tonterías ha llegado a escribir. Porque,
efectivamente, en este libro hay de todo, menos muchos cuentos.
A menos que nos pongamos surrealistas y
digamos que hay cuentos poéticos, que realmente son prosa poética, cuentos
filosóficos, que en realidad son reflexiones de las más variadas índoles,
cuentos ocurrentes, que en realidad son reflexiones de siete líneas, o cuentos
sociales, que en realidad son comentarios de barra de bar, o cuentos absurdos,
que en realidad son siete líneas escritas por Pessoa al borde del sueño, la
borrachera o la broma. Todo vale. El apartado clasificado como “cuentos del
desasosiego”, que en realidad son fragmentos del universo de Bernardo Soares,
heterónimo del autor, y su “El libro del desasosiego”, de cuentos tienen que se
escriben, nada más. Son pura y simplemente fragmentos y además no de los más
brillantes de este libro o en la línea de este libro.
Entiendo que hay que hacer caja, entiendo que
hay un mercado seguro de todo lo que huele a Pessoa, lo que no entiendo es que
sabiendo a quien va dirigido este libro y quien lo va a comprar, esta editorial
no se haya dado cuenta de lo que supone para su prestigio, para su credibilidad
hacer este tipo de jugadas. Y sobre todo, contando con que aman la literatura,
el flaco favor que hacen a los lectores, confundiéndolos de esta manera y
poniendo en sus manos un producto mediocre y que no da ni la más remota idea
del valor como escritor de Fernando Pessoa.
Acantilado que también edita todo lo que
llega a sus manos de Fernando Pessoa al menos tiene la decencia de poner
títulos que a nadie confunde. Sin contar con sus estupendas ediciones de “El
libro del desasosiego”.
Para los que no conozcan a Fernando Pessoa
empiecen por este libro, “El libro del desasosiego”, nadie, ni Montaigne ha
diseccionado al ser humano como Bernardo Soares, y si consiguen desengancharse
de él, da para múltiples relecturas, sigan con toda su poesía y si ya se quedan
enganchados, como me ha pasado a mí, pues todo lo que encuentren. Aún a riesgo
de caer en trampas como esta puesta por Páginas de Espuma. Un cuento de libro y
no un libro de cuentos.
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