Esta película narra la historia de un
escritor famoso, ha ganado el Pulitzer, que refugiado en París intenta crear
otra obra exitosa y a la vez huir de un suceso del que se siente culpable y que
le ha impulsado a huir para siempre de su vida anterior.
A partir de esta base Paul Haggis teje un
film en el que superpone tres historias, la del escritor propiamente dicha, con
amante de vida perturbada incluida y mujer comprensiva en casa, la de un
traficante de diseños de moda en Roma que se ha encaprichado con una gitana que
le llevara por malos derroteros y la de
un pintor de éxito en Nueva York que libra una batalla desigual, para ella, con
la madre de su hijo.
Es fácil ver con la ayuda del título que Paul
Haggis nos cuenta los esfuerzos del escritor por distanciarse a través de sus
escritos de su agobiada vida de manera infructuosa pues todo lo que intenta
escribir le lleva a reflejar parte de su vida, de sus sentimientos y sus
frustraciones. La aparición del editor de vez en cuando negando la validez de
lo que escribe y que nosotros estamos viendo en la pantalla, mezclada con la
toxica relación que mantiene con su amante, van marcando el relato que le
llevara al final a rendirse ante su realidad y admitir que ésta es la que tiene
que llevar a la página. Con todas las consecuencias.
Así pasa que las dos historias ajenas a su
vida acaban más o menos bien mientras que la suya propia acaba teniendo entidad
sobre el papel. Sucediendo al final que elabora una obra basada en su propia
experiencia pero que no coincide con lo que realmente termina pasando.
Haggis elabora la película alterando la
sucesión de los hechos, mezclándolos e incluso adelantándolos consiguiendo así
un climax todo lo irreal que es posible para transmitirnos el mundo de
escritor, de todo escritor, que juega a escribir en tercera persona cuando lo
que sucede es que de una forma u otra el escritor siempre crea a partir de él,
podrá ser en primera persona, en estilo libre indirecto, en estilo epistolar,
en lo que se quiera, pero se escribe desde uno mismo, desde esa tercera persona
impotente e incapaz de librarse de sí misma.
Es una película muy literaria que a no todo
el mundo habrá gustado, a pesar de ser muy entretenida y sorprendente, y que tiene el indudable atractivo de la
originalidad y la creatividad al servicio de un mayor conocimiento del alma
humana.
Leo en internet que la película también es
conocida como “Amores infieles”. Un ejemplo de que hay gente en el mundo del
cine que se entera más bien poco del mundo en el que se gana las lentejas.
Con actores menos famosos creo que el film
hubiera ganado en autenticidad. La historia y el cine tan personal de Haggis no
los necesita. Liam Neeson, Adrien Brody y Kim Basinger,
todo y ser actores respetables que nutren la caja de la productora acortan el
vuelo del film.
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