martes, 4 de marzo de 2014

Anne Sexton, Poesía en estado carnal......sangre incluida




Cuando me encontré que una poeta había escrito en los años sesenta/setenta poemas como “Menstruación a los cuarenta años”:

… La matriz no es un reloj
ni una campana que suena
 pero en el undécimo mes de su vida
 siento el noviembre del cuerpo
tanto como el del calendario….

Fue inevitable que me sintiera interesado. Así que busqué  en Internet y vi que se había suicidado con 46 años y leí más poesías:

“El seno”
……..no es que sea ganado para comer,
no es que sea una especie de calle,
pero tus manos me encontraron como un arquitecto…….


“18 de Diciembre”
…. ¡Besa mi sexo, señor Bind! ¿Sí?
 ¿Considerarías el lanzarte a ti mismo sobre mí,
 riguroso pero de algún modo amable?....
...Dibújame bien, dibújame cálida.
Dame tu muñeca huesuda y
tu extraño, señor Bind, extraño severo cuerno.
 Cariño, dame con esto una hora de ondulaciones,
 pues ésta es la música para la cual nací…….

Poesía desde las entrañas, sin eufemismos, al borde del abismo. Cuando un artista crea para enriquecerse y ganar fama y lo que crea merece la pena hay que respetarlo. Cuando un artista crea porque no puede hacer otra cosa hay que respetar lo que hace valga o no valga un duro. Pero cuando se escribe para sobrevivir hay que leer lo más que se pueda de ese autor porque seguro que se puede aprender, seguro, y emocionarse y sumirse en un torrente de sensaciones, segurísimo.
He leído primero sus poesías y después su biografía- Biografía de Anne Sexton de Diane Wood Middlebrook (Circe, 1998). 
De esa manera llegué a ella como si hubiera sido primero su cirujano y después un vecino meticón. Recomiendo a los que se quieran acercar a sus poesías que primero lean su biografía y después sus poemas. Y si antes se dan un paseo por youtube, dónde hay varios fragmentos de ella leyendo su poesía o jugando con sus hijas, mucho mejor.
Tendrán en mente mientras leen sus gritos de socorro, su figura seductora y atractiva, verán la intensidad de su mirada y se preguntaran cómo cabe tanta fragilidad en una persona tan aparentemente fuerte.
Vivió acosada por demonios que intentó combatir con pastillas y una vida volcada en la lujuria, pero sorprendentemente fue escribir lo que le dio instantes de reposo y alguna esperanza que después, un día de 1974 se truncó definitivamente. Una más de esas cometas brillantes que lucen intensamente y que se queman en su propio fulgor.
Es conocida como una de las poetas principales de lo que se ha llamado “Poesía confesional”, junto a Sylvia Plath que también se suicidó. Pero tanto la etiqueta como la comparación  me parecen bastante limitadoras. Silvia era más académica. Llegó a la poesía apoyada en una preparación, en una guía. Anne Sexton llega a la poesía como otros seres humanos llegan al alcohol.  De ahí que escribiera poesía como los alcohólicos beben. Destruyéndose en cada vaso de sílabas.
Está en todas las bibliotecas públicas.

 
Nota: Leyendo su biografía me entero de que se encontró al menos en una ocasión, en la Universidad de Boston, con John Cheever. ¡Cuánto me hubiera gustado asistir  al cruce de sus miradas!

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