lunes, 3 de agosto de 2020
“Tiempo compartido” de Sebastián Hofmann (2019)
Estaba paseando por Netflix y me encontré con esta joyita.
Uno podría caer en la trampa de la apariencia y llamar peliculita a este filme por su ambientación y el tratamiento de los personajes, como de comedia insulsa, para pasar el rato. Pero lo cierto es que esta distopía hace una crítica de lo más ácida sobre varios asuntos que marcan nuestra época:
-la necesidad de agruparse bajo una idea, empresa o lo que sea, que deja bien clara nuestra naturaleza gregaria que se acentúa en momentos de individualismo y egoísmo.
-la asombrosa facilidad con que la sociedad de consumo “negociza” cualquier iniciativa humana, no importa si es en contra o a favor de esa misma sociedad. Ya se encargará ella de darle un nuevo aire en ese proceso de “negocización”.
-La férrea influencia/interferencia de USA en el resto del mundo, con especial dedicación a sus vecinos “de abajo”
-El desenmascaramiento de ese ser que presume de ser racional y que tantas irracionalidades comete.
Todo está en esta película de tono frívolo. Al fin y al cabo se trata de unas vacaciones largo tiempo esperadas.
Una historia acompañada por una música muy acertada para unas situaciones ambiguas, inquietantes, que no dejan relajarse al espectador ni un momento.
El tema lo invade todo. Es la viga maestra del film. Todo, interpretaciones, fotografía, escenario queda sometido a su desarrollo. Película de tesis, pues.
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