Cada vez se hace más necesario valorar el arte desde el
punto de vista técnico, por un lado, y desde el propio valor artístico, por el
otro. Es decir, el espectáculo y la sustancia. La forma y el fondo. Una voz
afinada, potente y de amplio recorrido no tiene que venir acompañada de
originalidad, de textos de calidad, etc., etc. Lo mismo pasa con la pintura.
Uno puede pintar cuadros impresionistas de técnica perfecta… pero el
impresionismo nació hace un siglo.
En esta película,
Guillermo del Toro demuestra que es un cineasta de un nivel altísimo. Su film
está brillantemente dirigido en cualquiera de los aspectos que se quieran
contemplar: Guión, interpretación, montaje, fotografía, casting… no veo ningún
fallo en esta proyección.
Técnicamente perfecta.
Artísticamente, es otra cosa.
Primero el tema: La Bella y la Bestia. O quizás aquella en
la que Tom Hanks se liaba con una sirena. Hasta me parece que tiene una
denuncia por plagio de una obra de un autor premiado con el Pulitzer.
No hay nada nuevo en esta historia. Lo anecdótico que supone
las características de los personajes no es suficiente. La ambientación en la
guerra fría… ¿Qué decir?
Resumiendo, técnicamente impecable; artísticamente,
irrelevante.
Sin embargo se ha llevado un montón de premios. ¿Se premia
el oficio, no el talento; la artesanía, no el arte? No lo sé.
No quiero descalificar la película. Hay films que tocan
temas manidos pero en su forma me atraen por su originalidad en el enfoque, por
su interpretación de los hechos, por la fotografía oscura y sugerente. Pero no
encuentro nada de eso en esta película. Sólo que está irreprochablemente bien
hecha. Nada más. Para mí no es suficiente. Otros, puede que sea lo único que
esperan. Entretenimiento mondo y lirondo.
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